Masocromía
genital:
Como
los problemas íntimos de un rey afectan a
la política y al futuro de un país.
El
término masocromía es usado para
describir el desarrollo o tamaño excesivo del cuerpo, o de una parte de él. La
masocromía mas conocida es la fetal:
cuando el tamaño del bebe es excesivo, el parto es muy complicado. Aunque no
solemos emplear este nombre y decimos con admiración que el bebe ha pesado “mucho”.
Masocromía genital es tener un miembro viril de dimensiones muy superiores a la
media. Esto que, a primera
vista, puede ser un orgullo para un hombre, es más bien un problema y muy serio
para su vida sexual y especialmente para la mujer, novia o compañera que esté a
su lado.
Fernando VII y su descomunal miembro viril
Por este motivo al
rey le era difícil mantener relaciones
sexuales con sus esposas y difícil que éstas quedaran embarazadas y le dieran
un heredero. Su primera esposa fue su prima María Antonia de Nápoles. Se
casaron en 1802 pero el matrimonio no pudo consumarse hasta un año después,
probablemente por el problema genital del rey. Tuvo dos abortos antes de
fallecer de tuberculosis en 1806.
En 1816 el rey se
casa con su sobrina María Isabel de Braganza, Infanta de Portugal con la que
tuvo una hija que solo vivió cuatro meses. Un año después murió la reina
estando de nuevo embaraza y en extrañas circunstancias.
Su tercera esposa fue
otra sobrina: María Josefa Amalia de
Sajonia que con solo 15 años fue
obligada a casarse con un hombre 20 años mayor que ella. Educada en un
convento se asustó la noche de bodas por la brusquedad del Rey y echo a correr
al ver “esa cosa descomunal que el rey
tenía entre las piernas”. Se negó a tener relaciones sexuales con su
marido. Tuvo que mediar la Santa Sede para que la Reina comprendiera que las
relaciones sexuales entre esposos no
eran pecaminosas. Pero la intervención papal tuvo escaso éxito y en los diez
años que duro el matrimonio escasearon las relaciones coitales entre ellos. No
pudo quedarse embarazada en los diez años que duró el maridaje (difícil si no
se practica). Murió de fiebres graves en 1829.
El Rey con 45 años y sin descendencia veía como su hermano Carlos María Isidro de Borbón rondaba la corona. Se casó de nuevo con otra sobrina, María Cristina de las dos Sicilias. Ésta conocedora de la anomalía de su marido reclamó la construcción de un artefacto para superar la masocromía genital del Rey. La solución fue una almohadilla de pocos centímetros de espesor con un agujero en el centro que se colocaba entre los dos cónyuges y por donde Fernando introducía su miembro durante el coito.
Gracias a este
artefacto se normalizó la vida sexual del Monarca y de este cuarto matrimonio,
por fin, hubo descendencia un año
después del matrimonio. Pero no fue un
heredero sino que nacieron dos hijas. Isabel futura reina de España y Luisa
Fernanda.
Artefacto para
aliviar la masocromía del rey
Fernando VII murió en 1833, y la joven Isabel, con tres años, fue nombrada reina. En todo momento estuvo apoyada por el bando liberal y progresista frente a aquellos que, aún fieles a la Ley de Sucesión Fundamental muy parecida a la Ley Sálica de los Borbones franceses, querían impedir que una mujer heredara el trono. Por eso apoyaron al hermano del ya difunto Fernando: Carlos María Isidro de Borbón, dando comienzo a las Guerras Carlistas.
Así pues podemos decir, que el reinado de Isabel II, las Guerras
Carlistas y el problema foral nacionalista español se remonta al pene
descomunal de Fernando VII, que tuvo una complicada vida sexual y del que
no salió heredero varón para sucederle en el trono.
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